México, Venezuela y los medios electrónicos
Alejandro Rodríguez Durán

Y la señal de Radio Caracas Televisión (RCTV) finalmente se apagó.

Después de lo anunciado por el gobierno de Hugo Chávez, en un hecho que generó muchísima polémica, le fue retirada su concesión a la televisora que tenía décadas de transmitir su programación en el país sudamericano de Venezuela. E independientemente de los puntos de vista encontradísimos que se generaron en dicha nación, valdría la pena hacer una reflexión acerca de dos puntos que merecen toda nuestra atención: la relación que guardan los gobiernos de México y Venezuela y la situación de los medios electrónicos en México.

México y Venezuela

Hay que decir que, al menos por parte del actual gobierno mexicano, se ven algunos visos de cordura y diríamos que hasta cordialidad hacía el gobierno de Chávez. O al menos eso es lo que ha dado a entender la secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa Castellano, quien no se cansa de asegurar que el gobierno mexicano busca puentes para restablecer relaciones sanas con el país sudamericano.

Y es que, como se sabe, las relaciones entre los gobiernos mexicano y venezolano se vieron muy lastimadas durante el gobierno anterior. A tanto llegaron las diferencias entre estas dos instituciones, que aún después de dejar su cargo, el mismo ex presidente Vicente Fox ha manifestado su rechazo al régimen chavista.

Y en el sector empresarial mexicano se ha visto el rechazo a la llamada “República Bolivariana”. No olvidemos que la poderosa Cámara de la Industria de Radio y Televisión, la CIRT, realizó una fuerte campaña de spots en radio y televisión, así como desplegados en los medios impresos de México, para criticar la decisión del gobierno venezolano de retirar la concesión a RCTV… El problema llegó a tensar nuevamente las relaciones entre estos dos países: la embajada de Venezuela se quejó de injerencia indebida en asuntos ajenos por parte del grupo empresarial, que no pareció prestar mucha atención al reclamo.

Medios electrónicos en México

Y precisamente así saltamos al tema de los medios en México. La crítica de la CIRT se centró en el tema de la televisora venezolana, y hablaron de censura y de un franco ataque a la libertad de expresión. Sabemos, en efecto, que el gobierno de Chávez sí se ensañó con un grupo empresarial que no pensaba como él.

La reacción de la CIRT nos hace pensar, invariablemente, en lo que ocurriría si en México le fuera retirada la concesión a algún medio electrónico. Habría un feroz ataque al Estado mexicano, y la influencia que habría en la opinión pública sería muy poderosa.

Nomás pensemos en la campaña que orquestaron las principales televisoras, Televisa y TV Azteca, en contra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y de algunos personajes que impulsaron que se revisara a fondo la Ley de Radio y Televisión, como los ex senadores Javier Corral, Dulce María Sauri y Manuel Bartlett.

A fin de cuentas, la discusión se llevó a cabo y le fueron retirados algunos privilegios a las televisoras, como aquel que garantizaba que por 20 años, como mínimo, podían ser entregadas las concesiones sin revisión y sin posibilidad de revocación.

Evidentemente el fallo, que también quitó la posibilidad de integrar Internet, telefonía y demás servicios a las televisoras, no gustó nada a los grupos empresariales que controlan la mayor parte de los medios electrónicos en nuestro país. Y hay que decirlo, porqué no, que ciertamente se trató de un acto de justicia social. Porque además la llamada Ley Televisa había retirado posibilidades a grupos minoritarios de aspirar a alguna concesión de radio y televisión.

Y es que hay un punto muy importante, que nunca se debe olvidar: las frecuencias de radio y de televisión son del Estado mexicano y se otorgan a particulares para que puedan ser explotadas siempre y cuando se haga un uso responsable de ellas. Es decir, los canales de televisión son de la gente, y deben ser de utilidad para la gente toda, para la comunidad… No hay que creernos mucho, entonces, que el Canal 2 es las “Estrellas” es de la gente… de nosotros… ¿cuáles estrellas?